Alguien que no haya hecho nunca terapia se puede hacer muchas preguntas. ¿Qué es la terapia?¿En qué consiste? ¿Qué es lo que hace un psicólogo con su paciente en ese lugar espacio-temporal llamado terapia? Muchas personas, cuando piensan en acudir a un profesional para que les ayude a resolver sus problemas, esto les preocupa. Es el miedo a lo desconocido, o la incomodidad que nos produce la incertidumbre, además de tener que enfrentarnos a compartir nuestras intimidades con un desconocido.
¿Cómo se trabaja en Terapia Tradicional?
Pues bien, cuando comenzamos una terapia comenzamos una aventura, algo así como el “París-Dakar” o el Camino de Santiago, pero acompañados y guiados por otra persona: nuestro terapeuta. Al igual que en cualquier aventura sabemos de dónde partimos (“aquí y ahora”) y sabemos a dónde queremos llegar (nuestra meta u objetivo terapéutico), pero no sabemos qué nos encontraremos por el camino, ni cuánto tardaremos en realizarlo. Porque, además, cada persona tiene un ritmo y es muy importante que el terapeuta lo comprenda y respete, ya que si forzamos a alguien a conducir un coche a más velocidad de la que está preparado el resultado puede ser un accidente.
Después, como en todo, cada profesional tiene su estilo de trabajar y muchos tienen una orientación muy marcada en una corriente determinada (cognitivo-conductual, gestáltica, sistémica, etc.). Yo personalmente me defino en un estilo ecléctico, es decir, intento utilizar para cada paciente aquella herramienta de trabajo que mejor nos permita solucionar su problema. Porque aunque hayan dos pacientes con el mismo problema, por ejemplo depresión, la depresión nunca va a ser la misma ya que las personas son diferentes y viven y ven las cosas de forma diferente. Una vez un profesor en la facultad nos dijo que lo mejor era llevar como una “cajita de herramientas” dentro de nosotros, que cuantas más herramientas tuviésemos mejor y que, después, solo necesitaríamos tener la habilidad de saber cuál era la herramienta más adecuada para ayudar a un paciente determinado, con un problema determinado en un determinado momento y lugar. Y esto, marcó mi forma de trabajar en terapia, pudiendo abordar un trabajo desde una perspectiva sistémica o trabajar tanto con técnicas gestálticas como cognitivo-conductuales.